Seguidores

martes, 11 de febrero de 2014

Sueños.

Ojalá supiese lo que corre por mi subconsciente y así  poder manejar mis sueños a mi antojo, eliminar de este modo los símbolos que representan mis  deseos reprimidos, pero así todo sería demasiado fácil, dejaría de pensar el por qué suceden o por qué se pasean por mi cabeza.  Tal vez son simples recuerdos que vienen una y otra vez a mi mente, o carencias que tengo como persona que considero necesarias para mi realización como individuo, o tal vez sean deseos que están recogidos en algún lugar de mi interior. No lo sé. Los sueños son complicados y mareantes, a veces alegran, otras entristecen, y otras te sorprenden. Cada sueño te cuenta una historia, real o ficticia, agradable o desagradable, trascendental o insignificante, cada noche que nos acostamos nos introducimos en un mundo nuevo, un mundo a veces difícil e indeseado pero ¿qué más da? Lo importante es no dejarse guiar por los sueños, regirse por la realidad, y no dejarse guiar por esos símbolos tan creíbles que rondan por nuestro cerebro. Todo es confuso a las 8 de la mañana cuando pones un pie en el suelo ¿verdad?, mi consejo es que dejes todo en la almohada y realices tu historia en la auténtica vida, a la vida real y actual. Los sueños son maravillosos para conocernos a nosotros mismos, pero no tienen que condicionar nuestra vida. Simplemente son pequeñas historias que esperan en nuestra mente para ser retransmitidas y deleitarnos de alguna forma cuando la fantasía se apodera de la realidad, cuando queremos descansar o simplemente cuando queremos ir a dormir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario