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martes, 11 de septiembre de 2012

La autopista.






La vida es como una autopista. Una autopista larga, pesada, con un camino inesperado y sobre todo sorprendente. Explicaré por qué. Nos dejan en la carretera, nos vemos pequeños ante tan largo camino, es de noche, todo está oscuro, como un bebé cuando llega al mundo, que solo oye voces a su alrededor, nosotros oímos solo ruidos de coches pasar a toda prisa. Nos cuesta empezar el camino, nos pesan las piernas de solo pensar que nos deparará esa interminable vía de asfalto. Pero nuestra valentía nos hará comenzar y nuestra curiosidad conocer. Cada vez caminas con más ganas y las piernas cada vez van más ligeras, comienza a amanecer y tu te preguntas que es ese circulo que sale a lo lejos que alumbra ese camino que tu continuas sin parar, ahora todo está más claro, ya se ha convertido en rutina y todo parece fácil, hasta que de pronto aparece la primera curva, da miedo tomar esa desconocida experiencia, pero tal como hiciste al principio continuas, aún sabiendo que mucha gente se queda ahí para siempre, tu cuerpo se llena de valor, cada vez eres más fuerte los pies andan solos, los coches pasan a tu lado a toda velocidad, al principio te asustas, pero después dejas que cada uno lleve su camino. A medida que avanzas la respiración es más rápida, la continua melodía de tu pecho se desconecta de la monotonía, te encuentras solo, todos los problemas se aminoran pues las curvas y los coches son factores sin importancia. Ese camino que tú veías tan largo, empieza a aminorarse, el sol cae de nuevo y la visibilidad desciende, acostumbrado a una buena iluminación tienes me miedo a continuar, las piernas están cansadas cada vez entramos más en la noche, ya no pasan coches ni hay curvas, te quedas quieto esperando que llegue esa luz que iluminó tu camino durante ese lago viaje.

Con esto intento decir que seas fuerte y no te quedes en la primera curva , pasa todos los baches y deja que los coches a toda velocidad pasen, porque cuando llegue la noche no podrás salvarte de la ceguedad de tus ojos.

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